Resumiendo un imposible

Ya está, ya ha terminado. El año ha dicho adiós y con él todos los momentos que vivimos: los bueno, los malos, los solitarios y los memorables. ¿Un buen año o un mal año? Estúpida pregunta si analizo mi vida al completo. Un año lleno de contraste, como ejemplo, la ironía: un corazón roto versus un corazón lleno de ilusiones y esperanzas. Todo ello a la vez. Como siempre una mezcla de sensaciones. He llorado, he reído, he vivido, he soñado, he sufrido, he gozado y sobre todo he ganado. Esa es la palabra del año 2009 ganar. Ganado en ilusiones, pasiones, amigos, momentos, cordura y locura, en palabras y aventuras, sueños...un etcétera que daría la vuelta el mundo.

Sería una ilusa si dijera que todo ha sido bueno. He perdido en caricias, he vaciado el corazón. Pero nunca una limpieza había sentado tan bien. De nuevo ganando. Ser yo. Eso también es algo clave: ser yo. No lo cambio por nada... ni por esas caricias de las que hablaba.

Nuevas sensaciones: ilusiones. Sentir que puedo ( sé que he tenido, tengo y tendré mis bajones al respecto, por supuesto), que los límites nos los ponemos nosotros mismo.

¿Qué decir? La libertad me hizo libre. Y no es tan obvio como parece.
Las palabras buenas aumentaron un 130%, no es un estudio exacto, solo aproximado...pero cerca de lo real.

El año 2009 ¿¡qué decir!? que he sentido. Despertado y vivido.
He aprendido a aprender, de lo bueno, de lo malo, que tu vida la vives tu y que por lo tanto tu decides como vivirla. ¿Qué a veces se te escapan de las manos los momentos? Por supuesto, no podemos controlarlo todo: una patada en el culo o en el corazón. Pero ante todo, aprendes. Aprendo a vivir mi vida, algo único y por supuesto irrepetible.

Es difícil hacer un resumen de todo un año, con sus raros y quebraderos de cabeza.

Para terminar diré: Del pasado se aprende, el presente se vive y el futuro se sueña