jueves, 27 de mayo de 2010

En una película de terror

Como en una película de terror, el miedo inundó cada rincón de la casa.
Imaginamos fantasmas, cadenas, mujeres de épocas pasadas que vuelven para hacernos llegar sus locuras.
Imágenes en negro y gris, vestidos desteñidos sobre las manos secas de sufrimiento.
Los gritos hacen de banda sonora de nuestros pensamientos. Uno, dos y tres...juegan a asustarnos e inventar nuestro pasado.
El loco escribe su papel sobre la pared manchada, leemos sus anotaciones y creemos sus palabras mientras una mano helada recorre el cuello de los lectores y oyentes que atienden a las historias que se cuentan en los portales.
Las pesadillas se hacen transparentes mientras dormimos acurrucados para ser escudos humanos, esperando que el acero haga acto de presencia.
Con la llegada del sol se esfuman lentamente esperando que nosotros les sigamos, como uno más de ellos.

Lo han conseguido.

domingo, 16 de mayo de 2010

Somos clásicos




Invitados a un mundo clásico






Montamos en el batmóvil y
gritamos ¡Baaatmaaaan!
¡Sube que te llevo!
*DEBES DEJARTE LA VOZ*





Viajamos en el tiempo
y nos convertimos en Superagentes
Al mando del superior descubrimos al traidor
¡Me gusta!





Bailamos al son del tocadiscos,
una Jukebox hace de anfitrión.
¡Echa una moneda y que siga la función!





Clavamos los tacones en el suelo,
ponemos el culo en pompa
disimulando el descuido.





Disfrutamos de lo viejo,
lo aplicamos a lo nuevo.

Somos yeyés esperando que suene la siguiente canción

jueves, 13 de mayo de 2010

El dónde y el por qué

Somos espejismos esperando una razón,
un por qué mal escrito,
una sensación saturada.






Soñamos cada día y vivimos cada noche.
Esperamos sentados el tren y leemos en voz alta
los días de lluvia y placer.





Bebemos cerveza de cereza y
usamos pajítas rojas para el té. Mojamos los dedos
en el agua y los escalofríos dibujan su papel.





Exprimimos los momentos y
saludamos con cortesía
mientras guiñamos el ojo.


Somos poco y mucho. Insignificantes en cada movimiento, nada en las mentes ajenas, recuerdos perdidos en el tiempo...


Hoy las respuestas pasionales tienen un amargo sabor a café

miércoles, 12 de mayo de 2010

Ocurrió en Madrid

Me he enamorado de un palacio de cristal, por que los patos, no lo olvidéis, también vuelan.




Nunca digas éste pub no va a cerrar ni éste cura no es mi padre, que si nos cierra Madrid nos vamos a Valladolid, y por el camino te daremos clases de historia y Genarín y tu, nos contarás tus desventuras con los mimos, los búhos y las lechuzas (que de pequeño no los diferenciabas).

En el hostal hay una puerta secreta y se ha olvidado el pijama, pero algún argentino (o casi que italiano) pondrá banda sonora al fin de semana.

Encontró el amor de su vida (eso o es que es gay) y los días de estrés soñaréis despiertos en el Retiro.
Tendrá la E MAYÚSCULA (y si no se la quieren dar, les sacará la navaja que guarda en su abrigo).

Aquel día la ciudad fue tomada por el ejército...pero nunca se sintió tan segura sacando dinero de un cajero, aunque los aviones parezca que se van a estrellar contra el suelo.

Aquí se casó Becquer y quiero esa floristería, un piso en Lavapíes al lado de una boca de metro que la planta de abajo sea un café biblioteca y en la casa okupa de enfrente hagan trueque de libros los viernes.





En éste bar se juega raro al futbolín pero al menos juegas contra el mago de oz (pegatinas en blanco y rojo incluidas) por cierto, ella ganó.
Y qué más da si nos bajamos en Gran Vía o Tribunal si lo peor que nos puede pasar, e incluso lo mejor, es que llueva en el metro.

En éste edificio tendré un sillón y aquí te darán trabajo, pero los domingos nos iremos al rastrillo y el camino que recorramos lo pintarás de naranja en nuestro mapa.





Qué más da si son 4 paradas o 5 o si nos desprestigiamos con glamour o imitamos con gracia. Nos bebemos un mojito mientras veo chicos, que si no son guapos, tienen buen cuerpo y me enamoro cada 20 metros.

Y me matan los pies y me muero de cansancio pero ¡Bendito cansancio!
Ay amigos, mucho más os puedo contar y es que Madrid me ha enamorado, pero si bien habéis leído os habréis dado cuenta de que ellas han sido, las mejores celestinas.