Que complicado resulta a veces
estar deacuerdo con uno mismo.
Y le das vueltas y vueltas
a una misma idea
tratando de darle sentido
dentro de un mundo de posibilidades.
¿Derecha o izquierda?
¿Te hablo o te ignoro?
Y todo este quebradero de cabeza
para darte cuenta que al final, de nuevo,
no ha servido de nada.
*Pero al menos durante el viaje
disipas dudas que antes, ni tan siquiera,
te habías planteado.
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