Tras una semana en Sevilla
veo luces de colores alrededor.
Sus calles y su gente...inspira.
Grandes poetas nacieron aquí y
es normal que así lo fueran.
El aire es cálido incluso los días fríos.
Nos sentimos bien hasta cuando tenemos miedo.
Disfrutamos de planes improvisados bajo el puente de Triana.
Y tomamos un tinto que sabe a gloria.
Pequeñas cosas que nos hacen sentir grandes.
Grandes planes que disfrutamos con pequeñas tonterías.
Foto: Concierto bajo el puente de Triana
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