miércoles, 1 de febrero de 2012

Casi-ahogados con salvavidas naranjas

Había preparado un texto eterno, profundo y lleno de cuerdas que atan cuellos, recuerdos difíciles de olvidar, sentirse mal, blablablablablabla....Le dí a suprimir.

Me quedé frente al espejo como si de una mala película se tratará y me harté. De lamentos, paranoias y pijadas mal aderezadas....Si tuviera un gato le rascaría la barriga pero como tengo perro le pido la pata.

Construimos nuestro mundo a partir de pequeños cristales en los que cada uno pone su firma y su función. Encajamos las piezas y arrojamos por la ventana las que ya están rotas, desgastadas y ya no sirven para nada. Cambiamos de lugar las que no han cambiado de nombre pero si de función...a mí se me había olvidado.
Asumimos lentamente nuestros roles y matizamos con colores calientes. Comemos fresas los domingos y nos vamos de viaje al menos una vez al año.
Vivimos lentamente, lloramos, reímos y follamos...¡joder, somos los amos! (la rima es simple pero efectiva)
Me tragaré mis palabras a presión hasta que mis entrañas tengan un color más amable y sobre todo vacías de cristales rotos y cambiantes.

Al fin y al cabo ¡soy la jefa! Así que puedo colocar, manipular y hasta arañar los cristales de mi vida.


(Ojalá lo tuviera siempre tan claro)




3 comentarios:

  1. Wow, me encanta :) Tienes toda la razón, nosotros podemos hacer las cosas simples o complicadas, está en nuestra mano...

    Contágiame algo de ese repentino derroche de optimismo tuyo...

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    1. Ya vale tanta tontería que se me está escapando de las manos y me niego ya del todo.

      Yo te contagio todo lo que quieras ¿Te hago un pastel? Te lo hago encantada ^^

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    2. ¡Una decisión absolutamente genial!


      ¿Un pastel de optimismo? ¡¡Me guuuuusta!! ¡Quiero, quiero! :D

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