Hay días de lobos que con su boca bien abierta meten miedo incluso a los gatos negros. Cual yonki despego los pies de tu suelo y alzo los brazos lejos de tu ventana. Canto un poco más alto para dejarte sordo y poder contar verdades dos veces por semana. No importa que la nieve no llegue, la espera es inútil. El mono se pasa con monos...divertidos, inquietos y juguetones que hacen que grite al menos una vez a la semana. El resto leeré a James M. Cain entre mis suaves sábanas donde yo mando y guillotino recuerdos.
¡Qué desfachatez!
Y el perro sigue fuera. Olvidé meterlo en casa cuando sé que a partir de las 12 los gatos le dan miedo. Le daré lecciones de valor...mejor no, soy demasiado inconstante. Abriré la puerta a las 11:45.
Y me quiero enamorar de un pez que quiera estar en mi bañera. Uno grande y bonito, que sepa chistes malos y se sonroje los domingos por la noche.
Mientras tanto...zurciré los calcetines...¡No, mejor aún!...Viviré mi vida como si fuera...¡MÍA!
Pues bien dicho, es lo mejor que todos podemos hacer, vivir nuestra vida como si fuese nuestra.
ResponderEliminar(Los peces son aburridos, y no tienen memoria, yo prefiero un león, tipo Simba grrrrr)
Te quiero pecezófila :P
normalmente los blogs suelen tener un aire melancolico y triste. El tuyo, del cual acabo de leer esta entrada (y a la q no me resisto a comentar) da una sensacion de dedesparpajo y animo...sencillamente genial. Me gusta!
ResponderEliminarAl buen tiempo, buena cara. Al mal tiempo, mejor aún. Ojalá siempre fuera así. Welcome ^^
EliminarCoincido con el comentario anterior, da gusto leer entradas que desbordan optimismo =)
ResponderEliminarme gusta, me gusta =)