viernes, 9 de julio de 2010

Valiente

Hace tiempo que me siento como un pez.




No sé si hago bien nadando sin saber muy bien hacía donde me dirijo.



No soy valiente.
Y cuando por fin me decido a serlo, no sirve de nada.
Nadar sin rumbo es agradable, no te agobias, disfrutas de las vistas y tomas helado de manzana verde sin previo aviso. Pero en ocasiones, cuando te decides a ser valiente, está bien sentir que ha merecido la pena.



Es algo que todavía no tengo muy claro, una lección más que me queda por aprender.


Fotos: La mía persona

3 comentarios:

  1. Porque ser valiente
    no es sólo cuestión de suerte.

    A veces no soy yo
    busco un disfraz mejor,
    bailando hasta el apagón.
    ¡Disculpad mi osadía!



    Disculpamos tu osadía ;)

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  2. Pero eso es ser valiente...
    Se es valiente cuando arriesgas sin tener claro qué puede pasar... cuando lo sabes no es valentía, es jugar con las cartas boca arriba.
    A seguir siendo valiente guapa, y verás que sí merece la pena.

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  3. pues nadar sin rumbo creo que es una hazaña llena de valentía, un besiño!!

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