sábado, 31 de diciembre de 2011

De oca a oca

Un año menos, un año más.

Siento vértigo ante el 2012.
Soy más grande en ilusiones y más pequeña en amor propio.

2011, un año con marcados pasos: bien, mal, regular, bien, inmejorable, feliz, triste. Bien.
Suerte acabarlo bien, feliz aunque incompleta. El corazón empieza a hacer estragos de estar tan desocupado. Se agita levemente al pensar en el 2012. No hay manera de saber que espero a pesar de que, otro año más, miro por los huecos sin adivinar que se esconde.

Hacer balance está de menos, sé bien con que me quedo y que tiro a la basura.

No buscaré ni esperaré nada. Pues cuando así se hace, todo son desilusiones. Mejor esperar, sonreír e ir guiándome según quieran mis pies caminar.


Adiós 2011, no te olvidaré, pero no esperes ser más importante que este 2012 que está llamando a la puerta.

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