lunes, 23 de enero de 2012

Día de lobos y piedras

Hay días en los que los trenes van despacio. Recompensa desmerecida a un largo trayecto que dependiendo del día se hace más llevadero.
Máscaras de carnaval para los mejores días. Disfraz del día de los muertos para lo menos llevaderos. Mentir para salvar y salvar para vivir.

Y comienza la terrible historia:

Los lobos aúllan ahí fuera a la luz de la brillante luna. Perdidos entre los árboles reclutan su batallón para la gran guerra encarnizada que se trama entre la oscuridad del bosque. Las piedras observan inquietas, se pintan con pinturas de guerra. Forman parte del armamento. Los niños sueñan a distancia mientras abrazan a sus peluches favoritos. Una taza de chocolate, un beso y a dormir. Los perros juegan en el jardín mientras mamá prepara una sabrosa comida a base de verdura y fruta. Corretean con felicidad inocentes entre la ropa colgada. Las sábanas se alían con el juego y las raspaduras son preciosas entre risas. La varita, el cowboy y la inspectora fabrican gestos encantados. Duermen ajenos a la batalla. Lobos contra perros y piedras contra chichones. Encarnizada la lucha con mordiscos profundos y arañazos apasionados. Nadie gana y los niños lloran. Mamá no encuentra consuelo. Solo puede despertarles y decirles "Buenos días. Todo ha sido un sueño"....
Por favor que alguien me despierte.



Y aunque no llore en público, las ganas no me las quita nadie. Y aunque no pueda decir la verdad lo gritaré en silencio a la espera de que mis labios lo murmuren. Mientras tanto, esperaré a que leas entre líneas que el dolor cada vez es más intenso y el olvido más cercano.

1 comentario:

  1. si el olvido es cada vez más cercano, merecerá la pena ese dolor intenso :)




    te quiero

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